Myanmar: Día 2 Mandalay
Amanecimos en nuestro segundo día en Mandalay, la primera ciudad que visitamos de Myanmar. Hoy toca abandonar nuestro hotel (Hotel Mandalay, más información en Myanmar: Día 1 Mandalay). Las maletas debían estar listas.
Pertenece a una serie sobre Myanmar, si no lo has leído aún, te recomiendo Antes de viajar a Myanmar
La noche anterior habíamos reservado en la recepción del hotel un coche con conductor que nos llevaría a los puntos indicados así como nos dejaría finalmente en el aeropuerto. Originalmente iríamos a estos puntos utilizando la App Grab (más información en Antes de viajar a Myanmar). Teníamos el desayuno incluido pero nuestra cita era demasiado temprano como para sentarnos tranquilamente (además que aún estaban preparándolo). La recepcionista nos dijo que podíamos entrar y tomar algo mientras esperábamos al conductor. Lo que hicimos fue pedir una cajita para meter lo que quisimos para desayunar más tarde. Cargamos el equipaje en el maletero del coche ya preparadas para nuestro primer destino del día.
Esquema de consulta de esta entrada:
– Puente U Bein
– Su Taung Pyae Pagoda
– Kuthodaw Pagoda
– SandaMuni Pagoda
– Monasterio Shwenandaw
– Monasterio Atumashi
– Unique Myanmar Restaurant
– Palacio de Mandalay
– Monasterio Shwe In Bin
– Puente U Bein en Amapura. Se dice es el puente de Teca más antiguo del mundo y en su día el más largo, con 1,2 kilómetros. Se encuentra a unos 25 minutos de Mandalay (de nuestro hotel a unos 20 minutos). Leí que en excursiones organizadas en Mandalay casi todo el mundo iba a ver el atardecer a este puente. Me pareció buena idea entonces ir a ver el amanecer con la esperanza de no coincidir con mucho turista. Nuestro conductor estableció la hora de salida de una manera eficiente. Ya casi llegando al lugar vimos un grupo de escolares bastante numeroso que iba caminando. Temimos que estropeara nuestro idílico amanecer. Sin embargo, los escolares fueron a caminar al puente y llegaron mucho más tarde que nosotros. Las vistas desde la orilla eran espectaculares. La paleta de colores, el reflejo en el agua, el original puente de teca que iba aclarándose con la salida del sol nos impactó al punto de emocionarnos.
Cuando el sol había clareado el cielo aun cuando no había salido decidimos dirigirnos al puente con la firme intención de cruzarlo completo. Caminamos, aun en el puente, hasta llegar a una zona de descanso con bancos de madera. Nos sentamos ahí para degustar nuestro desayuno procedente del Hotel Mandalay. Continuamos hasta llegar al final y regresamos. Nuestro conductor se había dormido así que tuvimos que despertarlo.
En el camino íbamos debatiendo sobre subir a Mandalay Hill caminando o en coche. Como nuestro conductor no nos entendía condujo al destino sin que supiéramos hacia dónde nos estábamos dirigiendo exactamente (si a la cima o a la base). Finalmente nos dejó en el último tramo para llegar a Su Taung Pyae Pagoda, es decir, hasta donde el coche nos podía llevar.
– Su Taung Pyae Pagoda. 1.000 kyats. Se encuentra a 240 metros sobre la ciudad en Mandalay Hill. Hay unos 1.729 escalones entre el principio y la cima. El último tramo puede hacerse en escalera mecánica o en ascensor. Dejamos nuestros zapatos en el coche y subimos las escaleras mecánicas descalzas (qué sensación más rara). El templo es una belleza en sí por la decoración con cristales que brilla al sol. Tiene unas maravillosas vistas de la ciudad. Personalmente me gustó mucho este templo, muy distinto a los que habíamos visto anteriormente. Un grupo de escolares llegaron y nos pidieron una foto. De pronto nos encontramos totalmente rodeadas ya que todos querían su foto individual. Nos sentimos como un idol (ídolo) por un momento. Decidimos que queríamos bajar andando pues teníamos curiosidad de ver los templos intermedios.
La bajada era por un lugar distinto de donde estaban las escaleras mecánicas y por tanto nuestros zapatos y conductor. Así que nos comunicamos como pudimos para decirles que íbamos a avisar a nuestro «amigo» que íbamos a bajar por el otro lado para que no nos cobraran de nuevo. Acordamos que nos veíamos con el conductor donde el gran león. Así hicimos. Merece la pena hacer el camino porque hay muchas paradas por todo el recorrido con esculturas, pinturas. Encontramos también puestos de recuerdos. Nos compramos unos cuadros pintados en acuarela negra. En el final de nuestro trayecto, principio de la subida, hay dos estatuas de un híbrido de león y dragón. Nuestro conductor nos entregó unas magníficas toallitas para limpiarnos los pies.
– Kuthodaw Pagoda. Adquirimos aquí la tarjeta de la Zona arqueológica de Mandalay por 10.000 kyats. Aquí se incluyen varios monumentos. Esta pagoda es conocida por tener el libro más grande del mundo, razón por la que merece la pena la visita. En el centro del complejo hay una enorme estupa dorada con tres niveles y 60 metros de altura. A su alrededor hay 730 estupas blancas que conforman el Tripitiaka. En su interior están las páginas de piedra escritas con tinta negra aunque originalmente eran de tinta de oro pero fueron saqueadas por las tropas británicas.
En este lugar descubrimos la tanaka por primera vez (se trata de una crema hecha a partir de un árbol a la que hay que añadir un poco de agua para que pueda extenderse en la piel. Se utiliza para protección de la piel). Las chicas locales que ofrecen cosas para que compres nos pusieron tanaka en las mejillas. Les compramos unas bonitas postales pintadas con acuarelas de colores. El complejo es bastante amplio y tardamos bastante en recorrerlo así como tomar distintas fotos.
– SandaMuni Pagoda. Tiene una estupa dorada central y muchas estupas blancas alrededor. Podría asemejarse al templo anterior pero su tamaño es mucho menor. Junto a la estupa principal hay distintos niveles blancos que parecen olas. Se supone que alberga una colección de estelas de piedra con inscripciones budistas pero no se podía acceder por mantenimiento.
– Monasterio Shwenandaw. Sirve la entrada de la zona arqueológica. Está ubicado a pocos metros del monasterio de Atumashi. Se dice que es el edificio de teca mejor conservado incluso uno de los pocos que logró sobrevivir a los bombardeos de la guerra. Destaca la madera tallada así como el contraste de luces en la estancia principal por la entrada del sol. Se le conoce también como Golden Palace Monastery, ya que antes era dorado.
– Monasterio Atumashi. Sirve la entrada de la zona arqueológica. Hay que entrar descalzos. Es una réplica del que construyó Mindon en 1857. Se trata de un enorme edificio. Para acceder hay que subir una escalinata. Tiene espacios amplios diáfanos distribuidos en dos plantas. En frente encontramos el Shwenandaw Monastery.
– Unique Myanmar Restaurant. Tras la visita de la mañana y puesto que nuestros puntos obligatorios estaban ya cubiertos el conductor nos ofreció llevarnos a comer a un restaurante. Por los grupos de turistas que llegaban después, estamos seguras de que era un punto obligatorio de los tour. La comida fue excelente. Pedimos lo que se llama Myanmar Set que era una combinación de distintas comidas en un plato. Sirvieron sopas y arroz. Fueron 26.259 kyats para dos personas, más cara que la cena del día anterior pero en un lugar mucho más lujoso.
Tras nuestra comida le hablamos al conductor de los otros sitios que nos gustaría ver para saber si tendríamos suficiente tiempo. Al confirmarlo, esto fue lo que vimos:
– Palacio de Mandalay. Es válida la entrada de la zona arqueológica. Hay que entrar descalzos en los espacios techados. El complejo del Palacio Real es una pequeña ciudad amurallada rodeada de un gran foso de 64 metros de ancho y 5 metros de profundidad en forma de cuadrado. Se pueden recorrer la mayoría de los edificios en su interior. Al principio coincidimos con una pareja que se hacía fotos de boda. Unos monjes nos pidieron fotos así que intercambiamos. Era muy curioso ver los monjes turistas. Tras recorrer todas las estancias (una de ellas incluía un museo) subimos a la torre para admirar las vistas.
– Monasterio Shwe In Bin. Este es el monasterio de teca que queríamos visitar el día anterior pero estaba demasiado oscuro para verlo. Data de 1890. Destaca por decoración tallada. Tiene una torre central de siete niveles. Aquí nos encontramos las primeras españolas en Myanmar. En los alrededores del templo de teca estaban las estancias actuales del monasterio, algo más modernas. Pudimos ver muchos monjes.
Desde aquí nos desplazamos hasta el aeropuerto que estaba relativamente muy cerca. Desde luego los 90.000 Kyats (+ propina de 10.000 kyats) que nos costó el tour valieron mucho la pena porque nos costó muy parecido a lo que nos hubiera salido por Grab (calculado previamente) con el ahorro de tiempo (sin tener que esperar que llegara el Grab cada vez que lo hubiéramos pedido) y sin tener que regresar al hotel por las maletas.
Nuestro vuelo nos llevaría en pocos minutos a nuestro siguiente destino: Bagan.
**Todas las visitas a los templos hay que hacerlas descalzos, con los pies sin calcetines. Mi recomendación es que lleves una bolsa para guardarlos para no tener que regresar al mismo punto por donde entraste. Es útil llevar toallitas húmedas para limpiar los pies antes de colocarlos de nuevo en el calzado. En el suelo hay mucho polvo pero no basura.**
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