Tailandia: Chiang Rai

Llegamos a Chiang Rai muy temprano en un vuelo desde Bangkok. Habíamos pasado la noche en Sinsuvarn Airport Suite Hotel (más información en Tailandia: Alojamiento). Así como el servicio de recogida en el aeropuerto de este hotel el día anterior fue muy mala experiencia, el trayecto hotel-aeropuerto transcurrió sin incidencias. Cometimos un error de principiante dirigiéndonos a la puerta de embarque. En Suvarnabhumi, que es como se llama el principal aeropuerto de Bangkok, tiene concentrada en un área la zona de restauración. Si te diriges a la puerta de embarque, pasas un control que es irreversible, es decir, no hay vuelta atrás. De este modo nos encontramos sin desayuno. Oh, oh. Afortunadamente, chicas precavidas, llevábamos cosas para picar.

Esta entrada pertenece a una serie sobre mi visita a Tailandia, si aún no lo has leído te recomiendo que pases por Antes de viajar a Tailandia.

Volamos con Vietjet Air. Curiosos los uniformes de las azafatas pues parecían unas exploradoras. El vuelo lo encontré gracias a Skyscanner (te dejo aquí el enlace de cómo encontrar por fechas, precios…Reservas: vuelos). El aeropuerto de Chian Rai nos recibió con música de una escuela de jóvenes; pequeño pero coqueto, no nos fue difícil localizar a nuestra chófer, guía y fotógrafa del día. Nuestra amiga Chatcha que ejerció este roll en Chiang Mai (más información en Día 1 Chiang Mai y Día 2 Chiang Mai) fue quien nos consiguió el contacto en Chiang Rai. Se trataba de un familiar. Como él no sabía hablar inglés, vino su esposa a acompañarle, que fue quien nos facilitó toda la información necesaria. Las ventajas de utilizar un coche privado con chófer es que negocias el precio con antelación (2.000 Baht), te llevan de un sitio a otro sin esperas y puedes llevar contigo las maletas (como era nuestro caso puesto que nosotras solo íbamos a pasar el día a Chiang Rai). Como extra, en este caso quien nos llevaba, decidió acompañarnos en las visitas, por lo que nos hizo de guía y también nos tomaba fotos (muy buenas por cierto) en sitios clave.

Otra opción, que es la más popular, es hacer una excursión desde Chiang Mai. Puede ser en grupo o privada. También se puede ir en transporte público. En mi caso, barajé muchas opciones, comparé los tiempos e intenté encajar Chiang Rai de todas las maneras posibles en el conjunto de mi circuito, que no solo incluía Tailandia. De modo que, aunque en mi caso la mejor opción fue ir en avión (que me permitía no ir y volver a la misma ciudad), puede ser que la alternativa de ir por carretera desde Chiang Mai no debas descartarla.

Esquema de consulta de esta entrada:
Templo blanco
Templo Azul
Templo Buda Esmeralda
Wat Huay Pla Kang
Casa negra

Con el equipaje ya en nuestro coche, un SUV como el de Chiang Mai, ellos organizaron el orden de las visitas para optimizar el tiempo. Nosotras le habíamos facilitado con antelación todos los sitios que teníamos interés en ir, dejándonos llevar por los locales. Fue todo un acierto.

TEMPLO BLANCO O WHITE TEMPLE

Templo Blanco . L-V 8.00-17.00 S-D 08.00-17.30. 50 bath. Wat Rong Khun, más conocido por White Temple o Templo Blanco, fue construido por el artista Ajarn Chalermchai (puedes hacerte una foto con una figura en cartón de él a tamaño real). El proyecto comenzó en 1997. No se permiten donaciones porque el creador no quería estar influenciado. Quiso utilizar el color blanco, que representa la pureza y a Buda en el Nirvana. El dorado, más común en otros templos, le parecía que era más adecuado para las personas que anhelan las malas acciones. Quería provocar felicidad al visitante.

Desde la carretera se ve perfectamente el templo, de hecho si no quieres entrar, todo lo que lo rodea es gratuito. Nos dejaron en el parking. Como hacía frío nos llevamos la chaqueta, la cámara y una pequeña mochila, ventajas de tener «coche propio» que no teníamos que cargar con todo. Lo primero que vimos fue el «Monstruo de cuatro orejas y cinco ojos» que ataviado con paleta y pincel da la bienvenida a los visitantes. Entrando a la derecha hay un jardín con una cascada y el famoso León mítico. Nos lo señaló nuestra amiga. Había muchos detalles para observar. Era muy difícil fijar el objetivo en algo concreto. A su lado, independiente, el campanario. Desde él hay unas bonitas vistas de la Torre Budista. A su lado el puente Sukhawadee, en el que desde fuera nos tomamos unas fotos muy bonitas. Desde ahí parte una pasarela con peticiones plateadas colgando como buganvilla. Es difícil no hacer fotos hacia todas las perspectivas. A nuestra derecha quedan varios edificios: el crematorio, la casa parroquial, el recibidor de ceremonias religiosas, entre otros. Uno de ellos tenía una exposición.

Lo siguiente que nos llamó la atención fueron los aseos. Increíbles para ser unos baños. En dorado reluciente, hasta los azulejos del interior son brillantes. Entré por el puro placer de decir que los había usado. Tardamos un rato en poder hacernos una foto cada una sola pero lo conseguimos. Después entramos en la tienda de recuerdos. Para nuestra mala suerte (aunque buena para mi economía) solo se puede pagar en efectivo. Yo me hubiera llevado media tienda (las láminas son preciosas), pero no podíamos quedarnos sin efectivo. A la salida de la tienda hay un lugar para estampar sellos de tinta en postales (me recordó a Tokio). Ahí pagamos la entrada para acceder a donde se encuentra el White Temple propiamente dicho. Aquí es donde está el autor en cartón a tamaño natural.

El White Temple es bello por sus formas, por el blanco con pequeñas piezas de espejos, por las siluetas redondeadas, a veces simétricas. Desde luego es un lugar que no deja indiferente. Podrías pasar todo un día observando los miles de pequeños detalles que componen el conjunto, y aún así habría cosas que olvidarías ver. Nosotras usamos la técnica de avanzar/retroceder porque una vez fuera, se acababa la visita. De ese modo pudimos hacer un montón de fotografías con todas las posturas que nos permitieron. La corriente de gente es continua. No tuvimos una afluencia como la del Gran Palacio de Bangkok (más información en Día 2 Bangkok) pero suficiente para complicar un poco la típica foto sin gente.

Lo primero es la foto en un lateral, con el reflejo en el agua. Después hay que cruzar el conocido como Puente de la Reencarnación. Abajo se ven muchas manos blancas en distintas posturas, representando el dolor y sufrimiento humano, ya que el puente simboliza el paso de la muerte a la vida mediante la reencarnación, según el Budismo. Algunas de estas manos sujetan cuencos, los mismos de las limosnas. La gente suele poner monedas. Hacia la mitad en el suelo está el símbolo del Ying y el Yang y unos enormes cuernos que parecen de elefante que emergen del mismo sitio que las manos. La pasarela comienza a elevarse hasta llegar a dos figuras. Este puente se conoce como Puerta del Cielo y las figuras representan la muerte que decide la suerte, similar al purgatorio.

El edificio que es el templo en sí tiene un interior que no deja indiferente. Es una lástima que no dejen realizar fotografías en el interior (hay que descalzarse). Mezcla lo tradicional con lo moderno. En la pared de la entrada hay un mural enorme de un demonio. En su boca están las torres gemelas de Nueva York, remarcando el odio o dolor reciente. En los ojos del demonio se puede observar a Bin Laden y a George Bush, su autor dijo «Quiero que todos sepan que nuestro mundo está siendo destruido por aquellos que anhelan construir armas que matan. […] Quiero mostral que los ojos, como órganos importantes, deben mirarse unos a otros con bondad y no con el odio que puede conducir a la guerra«. También pinta héroes de cine porque considera que la moral del mundo va en declive. Hay personajes muy variopintos, que yo recuerde estaban: Harry Potter, Sailor Moon, Superman, Michael Jackson, Kung Fu Panda, Matrix, Yoda, Spiderman, un Minion, Doraemon, Dark Vader, entre otros… El artista puso el demonio en la entrada para que al continuar la visita, el turista deje atrás lo malo. El altar principal tiene varios Budas (en mural y en escultura) en dorado y blanco.

Cuando salimos, continuamos visitando el resto del complejo. Hay uno de reciente apertura que es la sala de exhibición Ganesha donde pueden observarse muchas obras del autor.

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TEMPLO AZUL O BLUE TEMPLE

Templo Azul . 08.00-17.00. Gratis. Confieso que este sitio lo vi en las redes y me fascinó. El autor, el arquitecto Phutha Kabkaew, había trabajado en el templo blanco, por lo que es inevitable ver parecidos. Dicen que se inició en 2005 y se abrió en 2016. Como particularidad, los coches entran en el recinto. Nos bajamos en el acceso para que nuestro chófer fuera a aparcar mientras nosotras con la guía comenzamos la visita. Hay dos enormes figuras que se prestan para unas fotos muy bonitas en ambos lados. A continuación queda una fuente, en medio de todo el espacio con una figura blanca central, yo diría que un monje con su cuenco de limosna.

El templo propiamente dicho tiene dos nagas (serpientes mitológicas) en su escalinata de la entrada (donde hay que dejar los zapatos). El celeste del interior hace destacar el gran Buda blanco de 6,5 metros. Es espectacular la combinación de colores. Aunque es un lugar muy visitado, tuvimos la suerte de no coincidir con mucha gente. En la parte trasera del templo hay otro Buda de pie.

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TEMPLO BUDA ESMERALDA

Templo Buda Esmeralda . 8.30-17.30. Quise visitar este lugar porque fue donde originalmente estaba el Buda Esmeralda (en realidad realizado en jade), que ahora está en el Gran Palacio de Bangkok. El templo que lo alberga tiene unos mosaicos en azulejos con el color verde predominante. Aquí nuestra guía nos habló que cada quien le reza a uno de los Buda de la semana por elección, no porque tenga que ser el día que toca (cosa que nosotras nos empeñábamos en buscar según si era martes o jueves). Cerca de este templo, en los alrededores había otros edificios, el museo Hongluang Saengkaew en madera de teca (gratuito), un lugar donde celebraban una ceremonia para un monje fallecido años atrás, un jardín de flores muy bonitas, una chedi…

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WAT HUAY PLA KANG

Wat Huay Pla Kang . Es un complejo construido por la comunidad chino – tailandesa de Chiang Rai. Lo componen varios edificios a cual más maravilloso. Lo más bonito es que hay toda una villa hecha para beneficio de familias o niños que no tienen posibles. Conforme llegas se ven los tres edificios principales: el Buda Gigante, el templo y una pagoda china.

Wat Huay Pla Kung es una pagoda típica china en forma de decágono, de nueve niveles o plantas (número que se repite mucho en estas construcciones). Hay una estatua de Buda de madera de 25 metros de altura, única en la región. El acceso se hace por una escalinata que tiene a ambos lados unas nagas en color verde (serpientes mitológicas).

Big Buda Gigante o Guan Yian es la versión china del Buda de la Misericordia. Es una enorme figura de Buda de color blanco que puede visitarse la parte inferior (con suerte podrás ver un monje recibiendo las ofrendas con las que se mantiene la comunidad), y pagando 40 Baht se puede subir en ascensor a la cabeza del Buda. La decoración es preciosa. Me encantaron los uniformes de quienes acompañan en el ascensor. Una vez en el mirador las vistas de la ciudad y sus alrededores simplemente son increíbles. La entrada al complejo es gratuita excepto subir al Big Buda. El ticket del ascensor son 40 bth por persona.

El Wat Huay Pla Kung abre todos los días de la semana de 8 am a 6 pm. Desde la zona de aparcamiento (donde están el templo y la pagoda) hay un transporte gratis decorado con Hello Kitty para llegar a la parte inferior del Big Buda sin tener que recorrer la escalinata. Justo aquí hay un templo blanco, muy inferior en tamaño al White Temple. Su interior a diferencia de éste, es completamente en blanco con relieves en todas las paredes. Por fortuna, estuvimos prácticamente solas y pudimos tener nuestro momento de meditación.

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CASA NEGRA O TEMPLO NEGRO

Casa Negra . 80 Baht. Museo. Su nombre se debe a la casa principal que es conocido como Templo Negro. El autor de todo este concepto es el arquitecto Thawan Duchanee. Completan el conjunto otros edificios con muchas esculturas, muebles, huesos… con diferentes formas que componen la visión personal del artista. Es una visión muy peculiar de este artista con obras que utilizan la naturaleza. Desde luego, no deja indiferente.

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Nuestros amables guías nos quisieron llevar para comer en el restaurante familiar. Sin embargo, ante el temor de perder el vuelo decidimos volver y comer en el propio aeropuerto. Nuestro siguiente destino sería Phuket. Para ello tendríamos irremediablemente que hacer una pequeña escala en el aeropuerto de Bangkok. Aquí es donde descubriríamos el área de comidas. Tomamos un rico plato de pato.

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